Fecha: 28 DIC. 2021
La vasectomía es un método de planificación para los hombres que tiene sus creencias. Por eso, en esta nota desmentimos estas para que tome la mejor decisión con base a su cuerpo.
La vasectomía es un método anticonceptivo para los hombres con una alta efectividad, de hecho, es considerado un método definitivo, aunque puede ser reversible. A pesar de tratarse de un procedimiento quirúrgico sencillo debido a que es prácticamente superficial, existen varios mitos infundados que generan desconfianza y desinformación respecto a sus efectos secundarios y otros factores.
Es por esto que el día de hoy le contamos los mitos más comunes que rondan sobre este procedimiento para que pueda tener una idea real sobre todos los beneficios de la vasectomía.
Primero que todo, vamos a aclarar de qué se trata esta cirugía. La vasectomía se trata de un método anticonceptivo para los hombres y es permanente. En el procedimiento se realiza una incisión en los conductos que transportan los espermatozoides con el fin de impedir su paso al momento de eyacular.
El resultado es que al momento de eyacular el semen no cuenta con espermatozoides, por tanto, no hay posibilidad de fecundar el óvulo. En otras palabras, no hay probabilidad de embarazo.
El conducto que se opera está ubicado en el escroto, en una parte muy accesible, pues se encuentra prácticamente bajo la piel. Se hace una pequeña incisión, se extraen los conductos, se ligan y se cauterizan por medio de un equipo de electrocirugía. Esta intervención no supera los 10 minutos.
Este mito es uno de los más absurdos y completamente infundado, pues como mencionamos anteriormente, lo que se interviene es el conducto que transporta los espermatozoides hasta la uretra. El semen, por su parte, proviene de los conductos seminales, los cuales conectan la vesícula seminal con la uretra.
Basados en lo anterior, se entiende que la eyaculación seguirá ocurriendo con normalidad, con la diferencia que no habrá espermatozoides en el semen.
Esta falsa creencia se ha infundado bajo un total desconocimiento y desinformación sobre el procedimiento. El placer sexual, al igual que el desempeño sexual, son producto de los niveles de testosterona, una hormona masculina producida por los testículos y liberada en el torrente sanguíneo.
Si bien los testículos también se encargan de la producción de espermatozoides es importante tener en cuenta que son procesos separados y que la vasectomía es una intervención mecánico que se enfoca en los conductos que transportan los espermatozoides, es decir, no interfiere de ningún modo en los testículos.
Por tanto, los niveles de testosterona no se verán afectados de ninguna manera, su deseo sexual se mantendrá bajo las mismas condiciones antes de realizarse la vasectomía.
Como ya hemos mencionado anteriormente, la operación de la vasectomía es realmente sencilla y rápida. Su recuperación es inmediata, es ambulatoria y, a diferencia de la ligadura de trompas, no requiere anestesia general, solo local.
En lo que refiere a la vasectomía, destaca precisamente el hecho de ser una cirugía muy sencilla en donde únicamente se toman entre 10 y 15 minutos. El paciente puede salir alrededor de 1 o 2 horas después cuando el nivel de dolor haya bajado, ya que los efectos de la anestesia disminuyen.
La recuperación es de aproximadamente una semana y medio y varios controles para revisar el proceso de cicatrización y el examen de semen que confirma la ausencia de espermatozoides.
Este es uno de los miedos más comunes al momento de contemplar la vasectomía, pues es un mito común que muchas personas creen y comparten. Esta falsa idea surgió debido a una hipótesis médica, sin embargo, con el tiempo se confirmó que no existe ninguna relación entre este cáncer y la vasectomía.
De hecho, el riesgo se reduce debido a que los pacientes que se practican la vasectomía tienen un control más riguroso en cuanto a sus exámenes regulares para conocer el estado de la próstata.
La vasectomía es reversible a pesar de ser un método definitivo, ya que existe un procedimiento que anula el efecto. Se trata de una intervención quirúrgica donde se conectan los conductos que fueron cortados y cauterizados.
Cabe resaltar que el proceso de reversión de la vasectomía puede ser complejo y no siempre se puede garantizar el éxito de la operación.
Estos son los mitos más usuales sobre la vasectomía, en su mayoría infundados por miedo y falta de información. Lo cierto es que esta intervención es sencilla, rápida y muy confiable cuando se busca un método anticonceptivo eficiente que no involucre cambios hormonales o cuerpos invasivos como el implante subdérmico o el DIU, los cuales, además, están pensados solo para las mujeres.
Si desea realizarse este procedimiento lo recomendable es encontrar un centro médico cuente con todo lo necesario para proporcionar garantías y confianza a sus pacientes. Los equipos para imágenes diagnósticas, para realizar electrocirugía, mobiliario adecuado, entre otros, son también parte vital para prestar servicios de salud idóneos.
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