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Fecha: 29 SEP. 2020
Los riesgos laborales en los centros médicos son muy comunes debido a las tareas que implican esfuerzos físicos que pueden resultar en afectaciones físicas. Es por este motivo, que el día de hoy le decimos algunas de las recomendaciones que ayudarán a evitar estos riesgos.
Los profesionales que trabajan en el sector de la salud están constantemente expuestos a una serie de riesgos ergonómicos en hospitales y demás centros de salud que no sólo tienen un efecto directo en su salud individual sino en la sociedad como tal, pues el desempeño de su labor repercute en la ciudadanía. En este caso, conocer los riesgos y tomar las medidas necesarias para evitarlos es indispensable para prestar un excelente servicio y cuidar del personal sanitario.
Los factores de riesgo a los que están expuestos los profesionales del sector de la salud pueden variar en mayor o menor medida de acuerdo a cada puesto de trabajo, pero por lo general están relacionados a la movilización o levantamiento de pacientes, la realización de posturas forzadas para la atención a los pacientes, trabajo repetitivo y desgastante en extremidades, levantamiento de cargas de implementos sanitarios, entre otros.
De acuerdo este panorama, es responsabilidad de los directivos de las instituciones identificar los riesgos biomecánicos en sus centros de salud y tomar las medidas necesarias para prevenirlos. A continuación, le presentamos los más comunes y cómo puede evitarlos.
Muchos profesionales de la salud deben levantar manualmente a sus pacientes para trasladarlos, ya sea desde la cama, la silla de ruedas o el baño. Esto implica un esfuerzo físico considerable en el cuerpo, especialmente en la zona baja de la espalda, que se agudiza si se realiza varias veces en un mismo turno y de forma apresurada, como suele ocurrir la mayoría del tiempo debido al ritmo de trabajo de los centros de salud.
Este esfuerzo que realizan los profesionales de salud genera una presión hacia el interior de la columna vertebral que puede deteriorar los tejidos con el paso del tiempo. Esto puede causar la aparición de lumbalgia aguda e imposibilitar el desarrollo de las actividades normales del personal sanitario.
En muchas ocasiones los especialistas de la salud se ven forzados a adoptar posiciones forzadas durante la asistencia a los pacientes, específicamente en situaciones como: la atención en camilla, asistencia en el baño y labores de higiene, y cualquier situación que implique mobiliario que no permite adoptar posturas neutras para la espalda, los brazos y las piernas del personal.
La postura forzada más común es la flexión de espalda superior a 45°, que puede encadenar en un dolor de espalda recurrente.
Este riesgo hace referencia a la realización de tareas que requieran el uso continuo de los brazos o las manos. Este tipo de labores repetitivas suelen presentarse en la asistencia de higiene para los pacientes, los cambios de pañal, colocación y retirada de las vías, preparación de alimentos para los pacientes, entre otras.
Este esfuerzo que recae en las extremidades superiores, sumado el esfuerzo que realizan muchos profesionales de la salud al movilizar a los pacientes, puede tener un efecto directo negativo en el hombro y las muñecas debido al peso del paciente.
Debido a la frecuencia con la cual los profesionales de salud deben levantar objetos con pesos considerables (más de 3 kg) durante la jornada laboral, representa un riesgo de afectación en la zona baja de la espalda. Ya sea el levante de bandejas de comida, colchones, cajas con medicación, pilas de sábanas sucias, etc., cualquiera de estas actividades puede presentar un riesgo si no se hace de manera correcta.
Empujar camillas, sillas de ruedas, carros de comidas, carros de medicación, entre otros, es otra de las tareas comunes de los profesionales de la salud que puede presentar un riesgo para su salud, específicamente para la zona baja de la espalda. Aunque la incidencia de este esfuerzo está relacionada con la fuerza que cada objeto requiera para moverse, también es importante notar que el tipo de cama, de ruedas y de suelo en las instalaciones puede aumentar o disminuir la dificultad en la realización de esta actividad.
El primer paso para prevenir los riesgos en la ergonomía hospitalaria es gestionar un sistema que permita identificarlos y tratarlos en cada unidad o área de trabajo. Para realizarlo existen criterios y normas técnicas que se pueden utilizar para guiar esta labor, como es el caso de norma ISO-CEN-TR 12295.
Adicionalmente, resulta importante que los directivos de los centros de salud realicen inversiones inteligentes orientadas al bienestar general al adquirir mobiliario hospitalario. Como mencionamos anteriormente, muchos de estos esfuerzos que realizan los profesionales de la salud pueden disminuirse o facilitarse gracias al mobiliario y los equipos correctos.
Por esa razón, dotar correctamente los centros de salud es una buena forma de complementar un plan de prevención de riesgos laborales.
En Promedco le ofrecemos un amplio catálogo en equipos médicos con diseños modernos pensados en proporcionar comodidad para pacientes y operadores por igual. Nuestro mobiliario está fabricado teniendo en cuenta los esfuerzos físicos que deben hacerse para la realización de procedimientos diagnóstico en ginecología, obstetricia, otorrinolaringología, entre otras. Así mismo, contamos en nuestro catálogo con equipos de ultrasonido, rayos x y ecógrafos portátiles que facilitan la aplicación de procedimientos y pruebas diagnóstico o de seguimiento.
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